¿Sé quién eres? Deudas de los sistemas de identificación actuales

En la sociedad civilizada contemporánea, saber la identidad de cada ciudadano es fundamental. ¿Cómo se mantendría el rigor de las leyes si no existiesen los antecedentes penales? ¿Funcionaría un sistema educacional si los estudiantes cambiaran su nombre en las pruebas de oposición? ¿Cómo se abre una cuenta de banco, o un crédito a una persona que no se sabe quién es y si lo ha hecho antes? Para ello, existen los sistemas de identificación.

Los sistemas de identificación suelen ser gestionados por los países. En algunos casos, los documentos que avalan la identidad de una persona lo expenden las instituciones regionales, como las licencias de conducción de Estados Unidos.

Pero, por lo general, son los Estados quienes tienen la responsabilidad de otorgar una forma de validación de su identidad a cada persona. Documento que no siempre es válido para viajar o solicitar determinados derechos en otros territorios. Un DNI, o una tarjeta de residencia no tiene las mismas prerrogativas que un pasaporte, por ejemplo. Por demás, ninguno de estos papeles recoge un gran cúmulo de información relacionada con la persona, que pueda ayudarlo a navegar los mares de burocracia aún imperantes.

 ¿No creen que en un mundo globalizado puede aspirar a un sistema mundial de identificación, más democrático y social, e independiente de los gobiernos? Aun no existe, pero pronto lo habrá. Mientras, conozcan un poco más sobre los sistemas de identificación vigentes hoy.

Sistemas de identificación: ¿un problema sin resolver?

Alrededor de 100 países tienen legislada la obligatoriedad de expedir documentos de identidad a sus ciudadanos. En la misma tónica, la ley obliga a las personas a portar dicho documento en todo momento, a expensas de que personal autorizado se lo requiera en diversas circunstancias.

No todos los documentos de identidad expedidos por los Estados nacionales son de la misma índole ni poseen la misma validez en otros territorios o específicas situaciones. Por ejemplo, un DNI de cualquiera de los países de la Unión Europea es factible para moverse por cualquiera de los territorios de esa comunidad regional.

Para viajar, muchas veces hace falta tener un pasaporte. A no ser que seas ciudadano europeo y quieras viajar dentro de la misma Comunidad. Photo by Barbara Maier on Unsplash

Sin embargo, no todo está resuelto. Una de las grandes problemáticas en este aspecto es que, como la expedición y gestión de documentos de identidad se tramita por países, no todos tienen un sistema de identificación moderno, por lo cual es muy variable la situación de las personas con respecto a su identidad alrededor del mundo.

En otra ocasión, comentamos las problemáticas fundamentales que afronta una persona cuando carece de un documento o aval que lo identifique.

El costo de fabricar los documentos es un problema menor

Según este estudio del Banco Mundial, basado en la experiencia de 15 países, el costo de fabricación de las tarjetas de identificación varía desde un 3 a un 40% con respecto al gasto total que significa mantener un sistema de identificación. No obstante, el enfoque hoy va vinculado a lo digital: un documento “de papel” tiene numerosas limitaciones y riesgos.

¿La primera limitación? Un documento físico pocas veces permite algo más que identificarse, sobre todo si no tiene un código QR o cualquier otro elemento que lo pueda vincular al plano digital.

¿El más antiguo riesgo? La falsificación. En algunos países como Estados Unidos o el Reino Unido la falsificación de identidad solía ser un fenómeno recurrente, sobre todo para los adolescentes que desean adelantar sus derechos de consumir alcohol o acudir a clubes nocturnos antes de la edad reglamentaria de 21.

Este post antiguo de The Guardian demuestra que hace una década no solo era común la falsificación de identidad: también podía ser barato.

Cada vez es más difícil falsificar documentos de identidad en países que han ido mejorando sus sistemas mediante elementos biométricos. Pero existen otros donde el protocolo aún presenta fallas de seguridad. Por lo que es arriesgado decir que el problema ha desaparecido.

La biometría, una pieza clave de los sistemas de identificación

Con el objetivo de impulsar la implementación de sistemas de identidad más digitales, seguros y útiles para la población, el Banco Mundial tiene un programa de asesoría a los Estados con respecto al diseño e implementación de nuevos sistemas de identificación.

En los estudios realizados, descubrieron que la biometría es un aspecto aun por mejorar, e indispensable para tener mecanismos físicos que ratifiquen la singularidad de una persona. El 60% de los sistemas analizados se basa solo en un elemento biométrico, sobre todo las huellas dactilares.

Solo un 40% de los casos estudiados usa varias modalidades de biometría: la huella dactilar, más el reconocimiento de iris y el reconocimiento facial. Vincular varias modalidades de identificación biométrica es lo ideal; algunos aspectos pueden oscurecer, por ejemplo, la captura de las huellas dactilares. Esto se nota mucho en los países y regiones con poblaciones de gran cantidad de personas realizando trabajo manual.

Lograr un estándar internacional se impone

El mencionado estudio del Banco Mundial también demostró que la integración entre los sistemas de identificación y los mecanismos de registro civil de los Estados deviene en un mayor ahorro de recursos en ambas entidades.

El proceso de identificar y registrar a los ciudadanos debe ser unitario, pero también estar integrado con muchos aspectos de la vida cotidiana: el sistema sanitario, los pagos electrónicos, la gestión tributaria y otros aspectos de administración pública.

Para lograr eso, haría falta sistemas de identificación muy abarcadores, con mucha información e instantaneidad, solo posibles en países con alto desarrollo y conectividad. Un buen ejemplo es Estonia, cuyos ciudadanos pueden realizar todo tipo de trámites online, menos comprar una propiedad o casarse.

El Banco Mundial y otros organismos tienen iniciativas para ayudar a estandarizar modernos sistemas de identificación a todos los países. Pero resultará difícil donar infraestructura y poner de acuerdo a tantos gobiernos.

Impera hoy crear una variante intermedia, un sistema descentralizado, independiente de la administración nacional, gestionado a través de modelos matemáticos y tendencias informáticas de alto nivel que procese información otorgada por la célula de cualquier sistema de identificación: el individuo.

El equipo FySelf está trabajando en función de ese sistema de identificación. Escogimos nombrarlo una red de identidad social.

Pronto tendrás una forma de tomar control de tus datos personales, obteniendo además una manera universal para identificarte. Ponte en contacto si te interesa saber más… y mantente conectado.


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Innovadores digitales que proponen un nuevo concepto para la web. Creemos que el mundo digital no necesita más monarcas tecnológicos, sino herramientas apropiadas para encontrar la verdad.

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