El ocaso de las cookies

Las cookies están muriendo. Expertos aseguran que su fin es próximo: los disímiles cambios en el marketing digital así como la popularidad actual de los entornos móviles, las han hecho envejecer.

A partir de su creación en 1994, las cookies se convirtieron en una de las herramientas de seguimiento más relevantes de la web. Hoy, la discusión sobre privacidad de datos y la existencia de nuevas normativas con respecto a ese tema ponen en cuestionamiento su existencia.

Antes de asistir al entierro de las cookies, entendamos un poco de qué van y cómo han “invadido” nuestro espacio virtual.

¿Qué son las cookies?

El término cookies, en español galletas o galletas informáticas, tiene su origen en 1979, en el manual para la rutina fseek en la biblioteca estándar C. En este documento se hace referencia a las Magic Cookies, que consisten en dos pedazos de información que se comparten y que, en apariencia, pueden carecer de un sentido explícito.

Las cookies nacieron en junio de 1994, cuando el programador Lou Montulli, empleado de Netscape Communications, desarrollaba una aplicación de e-commerce. En ese contexto, se ideó que los pasos transaccionales se guardaran en el navegador del usuario y no en el servidor de la empresa. Y así comenzó todo .

«Una cookie es un archivo creado por un sitio web que contiene pequeñas cantidades de datos y que se envían entre un emisor y un receptor. En el caso de Internet, el emisor sería el servidor donde está alojada la página web y el receptor es el navegador que usas para visitar cualquier página web».

Gabriela González, en Qué son las cookies de tu navegador y para qué sirven.

¿Qué información almacenan las cookies?

Las cookies pueden ser propias o de terceros.

  • Las propias, como su nombre indica, son generadas por el propio sitio web a partir de la visita del usuario. Entre ellas, destacan la información de inicio de sesión o las preferencias de idioma en una web.
  • Las de terceros se conciben por servicios o proveedores externos. Estas son sumamente empleadas por las empresas para insertar contenido publicitario a los usuarios.

Un detalle relevante sobre las cookies es que no almacenan información personal sensible sobre los usuarios, como datos de cuentas bancarias o tarjetas de crédito. Estas tampoco constituyen un virus o spam para las computadoras, y no abren ventanas pop-up, que en ocasiones suelen ser bastante molestas.

Es importante señalar que los servidores web no reconocen a los usuarios como sujetos, sino que toda identificación se realiza a partir de su navegador. Si quieres corroborar este hecho, haz el siguiente experimento: usa un navegador que no abras frecuentemente, este no se dará cuenta de que eres la misma persona.

ID universal y la muerte de las cookies

En enero de 2020, Google Chrome dio a conocer que en dos años dejará de aceptar cookies de terceros. Así sigue los pasos de compañías como Apple, Microsoft y Mozilla, las que han impulsado también restricciones para salvaguardar la privacidad de los usuarios.

Expertos abogan por una necesaria migración a otro tipo de identificadores digitales, asunto donde emergen los perfiles de usuario individuales que se resguardan en las bases de datos de redes sociales o tiendas online.

“La industria pide a gritos un ID Universal, un identificador de usuario que traspase los muros de las grandes plataformas y permita un reconocimiento anónimo de los perfiles, de libre acceso por cualquier actor del ecosistema publicitario digital (con la compra programática a la cabeza). Esto supondría la muerte de las cookies definitiva”, refiere Alessandro Cosci, paid media supervisor en Kanlli.

Actualmente, en este campo hay tres líderes: el Advertising ID Consortium, la solución de identificación unificada de Trade Desk y DigiTrust. Lo relevante de todas las opciones es que crean un mismo identificador para todos los socios, lo cual conlleva a mayores facilidades para el usuario y su identificación en múltiples plataformas.

Regulando las cookies en la Unión Europea

Regular las cookies en un mundo cada vez más conectado no ha sido una tarea fácil. Prueba de ello es la GDPR (General Data Protection Regulation), de la Unión Europea, que entró en vigor en mayo de 2018.

Esta normativa causó cierto caos en torno al tema de las cookies, e incluso ha sido actualizada para exigir una mayor responsabilidad a los creadores de sitios web. “Por un lado, (se actualizó el aspecto) que se refiere a la obligatoriedad de los usuarios de aceptar las cookies para poder ver el contenido de la web. Por otro, el punto relacionado con los gestos que pueden aceptarse como consentimiento”, explica Judith Vives, periodista de La Vanguardia.

¿Qué opinas tú sobre las cookies? ¿Sueles leer las advertencias que te hace cada sitio web sobre el uso de este recurso? Estar informado sobre temas de privacidad digital es cada vez más importante… cuenta con nosotros para ello.


Comparte en redes sociales
Aline Marie Rodríguez

Periodista de bolígrafo y lente. Amante de la fotografía

Más publicaciones (18)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

En este artículo